A la hora de elegir el tipo de pintura, se debe tener en cuenta varios parámetros:
1.- La cubrición: El rendimiento medio es de 10 m2 por litro de pintura, pero cada bote especificará la cantidad que cubrirá, por lo que hay que tener en cuenta si se pinta sobre una superficie con los poros ya tapados, como puede ser sobre otra pintura o una base previamente aplicada; o estamos actuando sobre una superficie sin ningún tipo de tratamiento.
2.- La lavabilidad, siendo ésta la resistencia de la pintura a la limpieza.
3.- El tiempo de secado.
A continuación se describen los diferentes tipos de pinturas más comunes para el interior de la vivienda, a partir de:
1.- Base al agua o base disolvente.
2.- Mate, satinada, o brillo.
3.- Tipo de acabado.
BASE AL AGUA O BASE SOLVENTE
Para las paredes del interior de la vivienda es aconsejable elegir las pinturas con base al agua, al secar rápidamente al tacto pudiéndose repintar en tan solo dos o tres horas, y el olor es muy leve. Además de una cómoda limpieza pues solamente se necesita aplicar agua.
Se pueden dividir en látex (menos resistentes) y esmaltes (más resistentes y lavables), utilizando las primeras para los techos y zonas de poca circulación, y las segundas para las paredes o zonas de mayor tránsito.
Para los baños, cocina, y exteriores; es más aconsejable utilizar las pinturas a base de solventes, pues tienen una mayor resistencia al vapor, la humedad, la suciedad, y el paso del tiempo; siendo altamente lavables. Su tiempo de secado al tacto es de 7 a 10 horas. Y para la limpieza de las herramientas y de la propia utilización, se emplearán productos diluyentes.
Para la madera se aplicarán óleos, y para el metal esmaltes sintéticos dando previamente un tratamiento al óxido.
MATE, SATINADA, O BRILLO
Tanto en pintura con base al agua como con base solvente, existe en el mercado distintos tipos de acabados:
La pintura mate cubre más, no presenta brillo, es opaca y no presenta luz. Es ideal para paredes irregulares manteniendo la superficie lo más natural posible, pues disimula bien los desperfectos, siendo menos lavable que la satinada.
La satinada es más resistente, pero cubre menos que la mate por lo que hay que darle más manos, presenta entre un 5 y un 10 % de brillo, disimula las imperfecciones, absorbe la luz y es muy lavable. Es aconsejable utilizarla en zonas de mucho tránsito como pasillos, baños, cocinas, o habitaciones infantiles. También tienen la propiedad de avivar los tonos y el color.
La brillante es la más resistente, teniendo un acabado que reflecta aunque deja más visible las imperfecciones. Es muy lavable y resistente al agua, por lo que se recomienda en la fachada, puertas, madera y metal.
TIPO DE ACABADO
En el mercado aparecen pinturas con diverso tipo de efectos: la Rústica que se suele aplicar en los paramentos exteriores con texturas arenosas y acabados naturales; Las Novedosas con efectos metalizados, perlados o microcemento.
Y por supuesto las más usadas en el interior: Las pinturas plásticas y transpirables, disponiendo de varios colores y acabados.
Pequeños consejos:
Para empezar a pintar hay que eliminar la pintura existente con una espátula, cepillo o lija, masillar las imperfecciones, dejar secar, y lijar.
Antes de abrir el bote de la pintura hay que agitar para homogeneizarla.
Para una mejor adhesión de la pintura es aconsejable dar una primera mano de imprimación o una pintura base, siendo ésta mas económica, facilita la preparación de la superficie, sellas las paredes desnudas, y alisa la pared disminuyendo las imperfecciones.
En el caso del metal, además de la eliminación de la pintura existente con un cepillo o lija, hay que aplicar una pintura anti-óxido para protegerla.
En la elección del rodillo hay que tener presente que los de pelo corto o esponja salpican menos, pero en superficies rugosas se tendrá que utilizar el de pelo largo para que facilite el acceso de la pintura.
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