El gres porcelánico es una cerámica de pasta compacta y dura, coloreada, no porosa. La palabra “gres” significa que la masa cerámica de la baldosa es extremadamente vitrificada, de lo que deriva su excepcional resistencia.

El resultado es una mezcla de arcilla arenosa, poco refractaria, que es cocida en el horno (1200-1400 C°) hasta alcanzar una capa de vitrificación no porosa y la impermeabilidad.

El gres porcelánico es un material que se destaca por presentar los valores más bajos de absorción de agua, vale decir la cantidad de agua que la losa puede absorber en particulares condiciones.
De esta característica (que es uno de los parámetros en que se basa la clasificación de las normas EN ISO) deriva también el más alto grado de resistencia a la flexión, vale decir la máxima tensión que el material, sometido a una creciente acción de flexión, puede tolerar antes de romperse.

Entre las características más notables del gres porcelánico encontramos también la elevadísima resistencia a la abrasión, o sea la resistencia que la superficie opone a las acciones derivadas del movimiento de cuerpos, superficies o materiales en contacto con ella.

 

Artículo de Refin Ceramiche